Por: Verest Magazine
Rosario Rodríguez Rojo | Presidenta de la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos (AMDETUR)
El turismo en México ha demostrado un crecimiento constante, prueba de ello es el cierre del año pasado, en donde nuestros desarrolladores lograron tasas de crecimiento de entre el 10% y el 15% en comparación con 2022. Además según datos de la Secretaría de Turismo, la ocupación hotelera experimentó un aumento del 3.1% de enero a noviembre de 2023, alcanzando el 59.6%.
Estos resultados son restimonio del gran crecimiento que ha tenido el turismo en México en el último año, así como la preferencia de muchos vacacionistas por la propiedad vacacional como una manera de gozar sus periodos de descando. Por otro lado, es importante destacar la resiliencia de la industria, que ha enfrendado con determinación desafíos significativos, como el impacto del huracán “Otis” en un destino turístico clave como Acapulco.
La propiedad vacacional no es solo una industria, es una experiencia única que hemos perfeccionado a lo largo de los años. Desde los primeros proyectos en la década de los 80, el sector ha buscado la diversificación y evolución para ofrecerle a nuestros cleintes una amplia gama de opciones de hospedaje y beneficios.
Esta transformación y enfoque hacia experiencias vacacionales exepcionales se manifiesta de manera palpable en destinos emblemáticos como Cancún, Los Cabos, Tulum y Puerto Vallarta. La visión de estos destinos no se limita a solamente ser puntos turísticos; son escenarios donde se crea y redefine el concepto de vacaciones y estancias inolvidables.
Los clubes vacacionales y los tiempos compartidos se han convertido en pilares esenciales en el panorama turístico mexicano, contribuyendo significativamente a una industria que vale alrededor de 20 mil millones de dólares a nivel mundial.
En México, las ventas de membresias alcanzan aproximadamente los 6 mil millones de dólares anuales, consolidando a la propiedad vacacional como una elección preferida entre los viajeros de todo el mundo, lo que coloca a México como el segundo mercado más grande del mundo, despues de Estados Unidos. Efecto que además genera empleo y desarrollo económico en las zonas donde opera.
En resumen, la propiedad vacacional en México representa un mercado vibrante y en constante evolución, impulsado por la confianza de los consumidores, la calidad del servicio y el atractivo de los destinos tuísticos mexicanos.
Con proyecciones de crecimiento sólidas y un enfoque en sustentabilidad, innovación y la satisfacción del cliente, este segmento coninuará siendo un pilar fundamental de la industria turística nacional e internacional.
Fuente: https://issuu.com/verestmagazine/docs/verest_magazine_02_febrero/58