Puerto Vallarta se prepara para concluir con la celebración anual del Festival de Día de Muertos con una distinción muy especial de Guinness World Records bajo el brazo. La catrina monumental erigida en la explanada del Faro del Malecón durante los diez días de festejos en honor a los fieles difuntos, fue reconocida, de manera oficial, como “La Catrina Más Alta del Mundo”.
Seguramente por estas fechas habrás visto una foto, un post o un reel de esta inigualable pieza artística que en redes sociales le ha dado la vuelta al mundo. O mejor aún: así como miles de personas -visitantes y locales- acaso tuviste la gran fortuna de admirarla en vivo y llevarte la foto del recuerdo. Lo cierto es que la gran señora del Malecón de Puerto Vallarta nos conquistó a todos desde el primer momento.
Con sus 23 metros de altura, la Catrina Más Alta del Mundo tiene el corazón vallartense, pues es una creación original de la joven artista local Alondra Murúa Carrillo, Alondra Muca. La monumental estructura fue elaborada a base de metal y fibra de vidrio por un talentoso equipo integrado por quince personas (con la colaboración de costureras, carpinteros, floristas, arquitectos y diseñadores), bajo la dirección y coordinación de la propia autora.
Inspirada por la iconografía tradicional del Día de Muertos, la eterna dualidad de la vida y la muerte, pero sobre todo, por la riqueza natural de Puerto Vallarta, Alondra Muca y su equipo dedicaron más de dos meses a la creación de la catrina monumental, hasta el más mínimo detalle.
En su indumentaria celeste destacan elementos marinos que remiten a las aguas del Pacífico que bañan las playas vallartenses y porta un sombrero de ala ancha con un tocado de flores multicolores. Incluso, en sus manos, las uñas (¡del tamaño del antebrazo de una persona adulta!) están cuidadosamente decoradas con motivos de peces, conchas, mantarrayas, caballitos de mar… Todas fueron pintadas a mano.
La Catrina Más Alta del Mundo fue la pieza central de una extensa celebración de Día de Muertos que, durante diez días consecutivos, ofreció a visitantes y locales una muestra de la riqueza cultural de las tradiciones mexicanas.
Hoteles y restaurantes se sumaron con entusiasmo a estos festejos con la decoración del paseo de las catrinas a lo largo de todo el Malecón. Allí mismo se instalaron más de 80 enormes y vistosas “calaveritas de azúcar”; cada una fue pintada a mano con detalles alusivos al mar, las montañas, la flora y la fauna de la región. Algunas otras lucieron los colores nacionales de los principales países que visitan Puerto Vallarta.
Aromas de copal, incienso y palo santo recibieron a los visitantes a la muestra de altares que año con año se instala en los pasillos exteriores del edificio de la presidencia municipal y en el quiosco de la Plaza principal. Los altares fueron dedicados a personajes ilustres de nuestra historia, a la memoria de parientes y familiares fallecidos, o a figuras muy queridas de la cultura popular.
El Festival de Día de Muertos de este año incluyó un completo programa de actividades artísticas y culturales que se extendió a otras zonas de la ciudad, como Las Palmas, Ixtapa y El Pitillal; donde, por cierto, también mostraron una versión “mini” de la catrina monumental del Malecón. Con catorce metros de altura, la calaca del Pitillal fue instalada en la plaza principal para deleite y orgullo de todos los habitantes de esa demarcación.
Como marca la tradición, los festejos de Día de Muertos concluyen con la visita obligada a los camposantos el día 2 de noviembre. El panteón de la colonia 5 de Diciembre, por ejemplo, se torna una verbena familiar: en tanto los vallartenses acuden a honrar a sus difuntos, afuera en los alrededores es posible encontrar una variedad de vendedores de frescas flores de cempasúchil, antojitos mexicanos, pan de muerto ¡y hasta mariachis!
Como podrás ver, Puerto Vallarta lució espectacular en este Día de Muertos con actividades y eventos para todos los gustos. Y tú, ¿a qué eventos del Festival de Día de Muertos asististe y cuál fue tu favorito?