Nacho Cadena: Las ventajas del tiempo compartido

14 de July de 2014
Escrito por: Jorge Chávez

Ignacio Cadena Beraud es un ícono de Puerto Vallarta. Originario de Hermosillo, Sonora, casado y padre de siete hijos; estudió administración de empresas y economía y cursó un diplomado de marketing en la Universidad de Harvard.

Muchos lo conocen por sus participaciones en la radio, por su programa de televisión, por sus colaboraciones en el periódico Vallarta Opina o por su papel como promotor cultural, además de ser el Director General del Hotel Friendly; sin embargo, no todos saben que él fue un pionero en la industria del tiempo compartido en nuestro destino.

Participó de manera fundamental en el desarrollo “Los Tules”, que fue el primero en integrar a la naturaleza porque el 70% de la superficie se conservó como área natural y en la quinta etapa se empezó a comercializar el tiempo compartido.

“Esto surgió como una inquietud mercadotécnica porque, en aquellos años, el tiempo compartido daba pasos incipientes en Francia y Estados Unidos pero no contaba con una conciencia ni una estructura definida”, explica Nacho Cadena.

El tiempo compartido es una modalidad que conjunta lo mejor de dos realidades

“A principios de los 80, comencé a pensar en una fórmula para conjuntar lo mejor de la propiedad y lo mejor de la hotelería, por ejemplo, en un condominio te hacen falta amenidades que un hotel te da: Limpieza diaria, alternativas de consumo y otros servicios para tu comodidad. El ser propietario te brinda otro tipo de satisfactores: Ese sentido de propiedad, sentirse orgullosos de su espacio, de su cuidado, de contar con jardineros, empleados, seguridad, etc. Entonces, ¿por qué no buscar algo que reúna en lo posible lo mejor de ambas modalidades?”

“En esa época se acabó la venta inmobiliaria tan buena que teníamos en Puerto Vallarta, cambió la paridad del dólar, la construcción se encareció muchísimo, se desató la inflación, se decretó el control de cambios y se vino una crisis que requería soluciones imaginativas. Entonces fui transitado por la idea hasta que se convirtió en proyecto”.

“Una vez, por casualidad, platiqué en el avión con una persona de Carolina del Norte que también estaba interesado en el tema y me invitó a conocer unos bungalows en las montañas, donde ya incorporaban el concepto del tiempo compartido. Ese fue el primer esfuerzo concreto que yo vi del tiempo compartido, claro, nada que ver con lo existente actualmente... Hoy es una industria mundial”.

“Al principio, el tiempo compartido tenía muchas debilidades pero también tenía muchas virtudes. Empezamos vendiendo semanas fijas de un departamento fijo. Vendíamos 50 semanas al año porque siempre nos decían que dejáramos 2 semanas para mantenimiento. Sobre la marcha, otras personas perfeccionaron el sistema, de hecho, muy al inicio vino un estadounidense llamado Bob Burns y comercializó uno de los primeros desarrollos de tiempo compartido en Puerto Vallarta: Vallarta Torre (que todavía existe) y trajo el sistema de puntos, que te permitía flexibilizar tu compra, lo cual dio una amplitud de opciones. Después, ese sistema de puntos fue llevado por empresarios mexicanos a una sofisticación casi perfecta.

Perfeccionando sus procedimientos

“Una de las grandes ventajas del tiempo compartido es que es repetitivo. Casi en cuanto vendes la unidad, estás asegurando la ocupación a largo plazo, porque si no es el mismo comprador el que regresa, si será aquél con quién lo haya intercambiado. El sistema de intercambio se ha modernizado muchísimo hoy en día debido a la facilidad para manejar datos.”

“Si bien el tiempo compartido como producto es casi perfecto, sus procedimientos aún son imperfectos, pero como cada vez hay más profesionalismo en la industria, estoy seguro que defectos como el mecanismo de venta, de prospectación y las relaciones con las agencias de viaje se van a resolver”.

“Recordemos que el huésped que ocupa tiempo compartido solo desembolsa la cuota de mantenimiento por lo que trae más recursos para repartir entre los demás prestadores de servicios turísticos. Además, el tiempo compartido no vende servicio de alimentos ni otros complementos, por lo que el visitante sale a consumir en la ciudad, hace turismo de aventura, tours, toma taxis y renta autos, etc.”.

“A mí me encanta, yo soy propietario de tiempo compartido y les puedo decir que año con año hago los intercambios necesarios para ir a distintos lugares. ¿Por qué está tan satanizado?, pues por la falta de información”.

Conoce más del tiempo compartido y sus ventajas.