Los inversionistas del tiempo compartido son embajadores de Puerto Vallarta

07 de July de 2014
Escrito por: Jorge Chávez

Luis Antonio Angarita Mayorga está casado y es padre de dos hijos. Estudió hotelería en Estados Unidos, trabajó en grandes cadenas hoteleras como Hyatt, Hilton e Intercontinental. Estuvo un tiempo en República Dominicana y de regreso en México, se incorporó al Hotel Krystal para luego presidir la Oficina de Convenciones y Visitantes. Actualmente es Director General del Hotel Velas Vallarta y a continuación nos habla de la industria del tiempo compartido.

“Entre las facetas positivas que tiene el tiempo compartido es que le garantiza al destino una clientela repetitiva, es decir, le proporciona un mercado con estabilidad, lealtad y consistencia”.

“A veces nos equivocamos cuando utilizamos la palabra desarrollador, la palabra inversionista y la palabra turista. El desarrollador es el que impulsa y fondea estos proyectos. Los inversionistas son los que, con sus ahorros, vienen e invierten en la compra de un condominio, en la compra de un terreno o en la compra de una semana por diez o veinte años. Ese inversionista, que creyó primero en México, luego en un destino como Puerto Vallarta y finalmente en un desarrollo para invertir sus ahorros (sus cinco mil, diez mil o veinte mil dólares) para integrarse al destino. Un turista generalmente viene de placer o negocios y también tiene su capacidad de compra, su capacidad de gasto y se vuelve leal dependiendo de la calidad de servicio que le entreguemos”.

“Por eso, en este caso, yo creo que debemos concentrarnos en el inversionista que compró una semana de vacaciones por los próximos veinte o treinta años”.

“Yo tengo 24 años en Puerto Vallarta y he sido testigo del desarrollo del tiempo compartido en el Hotel Krystal y en Velas Vallarta. Vi cómo Regina, Pueblito Paraíso y muchos otros empezaron durante los últimos 25 años y esos son los desarrollos que hoy en día tienen los mejores edificios, el mejor mantenimiento, ampliaciones, remodelaciones y nuevos negocios porque ha sido una industria muy progresista.”

“Pero el tiempo compartido (o el negocio de los clubes vacacionales) no sólo le da dinero al desarrollador, sino que existe muchísima derrama económica en todo el entorno, empezando, claro está, por el liner, el closer, el OPC, secretarias, personal administrativo, los servicios adicionales como tours, spa, boutiques... es innumerable”.

“Sin esta industria no seríamos lo que somos”

Luis Angarita señaló que sin la industria del tiempo compartido, nuestra sociedad sería muy distinta, “por ejemplo, los desarrolladores de viviendas no hubieran podido vender sus proyectos como Valle Dorado, Los Patos, Las Moras, etc. Es muy interesante la cantidad de empleados que dependemos de esta industria... Las agencias de autos los venden a crédito y los que trabajos en esta industria tenemos la capacidad de cambiarlo cada tantos años porque la derrama es impresionante y llega a todos los bolsillos, a todas las clases sociales y a todas las familias. Mucha gente que tiene su casa a través del Infonavit ha hecho sus ahorros con su salario y tienen sus Afores y fondos de ahorro. La industria le permite a los desarrolladores pagar sus cuotas del Seguro Social (que para bien o para mal lo tenemos y se está contemplando la construcción de una tercera gracias a las aportaciones). Muchas veces se nos olvida analizar todo esto”.

“En los últimos 15 años, en Riviera Nayarit se ha registrado un gran desarrollo y una enorme cantidad de empleados han podido comprar casa, darle educación a sus hijos. Por ejemplo, las camaristas, los empleados de mantenimiento y otras personas que no pudieron terminar su educación básica, hoy ya tienen a sus hijos en secundaria, bachillerato e incluso en la universidad. Ese desarrollo social tiene mucho que ver con la industria del tiempo compartido que se ha encargado de cumplir con el mantenimiento a sus unidades, tienen albercas limpias, jardines arreglados, habitaciones impecables y esto genera empleos... Mayan Palace ha de tener cinco mil empleados”.

“Si el tiempo compartido no hubiera llegado a Puerto Vallarta, probablemente seguiríamos siendo aquel pueblito de pescadores. Es más, los inversionistas que ya cumplieron sus quince o veinte años como propietarios de tiempo compartido, hoy en día están recomprando porque no se quieren desligar de Puerto Vallarta, de su cachito de paraíso”.

“Esto nos presenta otra cualidad del tiempo compartido: Convierte al inversionista en un promotor de Puerto Vallarta. Como ellos ya invirtieron aquí, van a ir a platicarle a sus familiares y amigos todas las bondades con que cuenta el destino, logrando un efecto multiplicador y mejor que cualquier publicidad. Desde hace tiempo, tengo la idea de trabajar en conjunto para convertir a estas personas en verdaderos embajadores del destino mediante una bandera o una moneda que exprese lo orgullosos que se sienten de Puerto Vallarta”.

Conoce más del tiempo compartido y sus ventajas.