Guía para adquirir tiempos compartidos

Contrario a la opinión popular, los tiempos compartidos no son una estafa. Son una forma de asegurar un precio “congelado” para tus vacaciones en los años venideros. Entérate de cómo funcionan, qué tipos existen y en qué debes fijarte al momento de contratarlos. ¡Buen viaje!

Los tiempos compartidos consisten en la venta anticipada de “espacios turísticos vacacionales”, es decir, alojamientos en hoteles o condominios, a un precio fijo y una cuota anual de mantenimiento para que lo disfrutes durante un número determinado de años. Como consumidor, compras el derecho a usar los espacios que te ofrece el desarrollador, sin ser el dueño del terreno o la construcción.

Este tipo de servicios suele funcionar con membresías y reglamentos internos, en los que se especifica el período comprado, el tipo de uso, la unidad y capacidad de personas que pueden alojarse. Todo mediante la firma de un contrato.

Su “mala fama” proviene de la publicidad engañosa y técnicas de mercadeo agresivas a las que han recurrido muchos proveedores, mismas que puedes denunciar ante PROFECO.

Antes de firmar el contrato, asegúrate de tener respuestas satisfactorias a estas preguntas:

• ¿Cuál es el precio total del servicio?
• En caso de ser un país extranjero, ¿hay que pagar una cuota extra o existen restricciones?
• En caso de contar con un financiamiento, ¿a cuánto asciende el CAT?
• ¿Cuántas veces al año podrás usarlo?
• ¿A qué servicios tendrás derecho en cada desarrollo?
• ¿El período de ocupación es fijo o variable?
• ¿Requiere reservar? ¿con cuánto tiempo de anticipación?
• ¿Tienes derecho a rentarlo, revenderlo, intercambiarlo o donarlo?
• ¿Cuáles son los destinos disponibles y en qué países?
• ¿Deberás aportar alguna cuota adicional o existe alguna restricción para acceder al esquema que contratarás?
• ¿Con cuántos días cuentas para cancelar el servicio después de la firma del contrato?

Conoce más del tiempo compartido y sus ventajas.