El tiempo compartido, un brazo en la industria del bienestar

11 de May de 2018
Escrito por: Karina Macías

Promover el tiempo compartido, bajo el lema: “Vacaciones a futuro a precio de hoy”, representa una ventaja complementaria para la oferta turística, que ha rescatado en múltiples ocasiones al destino en temporadas bajas.

Entrevista con Lourdes Ayala (Primera Parte)

María de Lourdes Ayala Ochoa, mujer inquieta, creativa, trabajadora, y comprometida con el destino. Así describimos a Lourdes Ayala, presidenta de la Asociación de Desarrolladores y Promotores Turísticos de Tiempo Compartido de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas, quien compartió interesantes anécdotas sobre la historia de la propiedad vacacional en la región y la importancia que tiene para el desarrollo económico de la bahía. Actualmente además de presidir el consejo de ADEPROTUR, es la Directora de proyecto en Garza Blanca Preserve Residence Club.

¿Qué recuerdos tienes de los inicios del tiempo compartido en Puerto Vallarta?

-Bueno, recordar la historia para mí es fascinante, el primer desarrollo fue Costa Vida, posteriormente hablando de alrededor de 1986, había solo dos empresas fuertes que arrancaron con este sistema, Vacation Internacional y Villa del Palmar, porque el boom ya estaba en Hawái. Sin embargo, cuando Puerto Vallarta se dio a conocer en el tiempo de la Noche de la Iguana y comenzó su auge como aquel paraíso escondido en el Pacífico mexicano, los empresarios de entonces como los del desarrollo Vallarta Torre, entendieron el lenguaje del tiempo compartido que se utilizaba ya en Estados Unidos, y comenzaron a comercializar este innovador producto en nuestra ciudad.

¿Qué era lo que eso significaba? Un reto maravilloso para todos los vendedores o promotores que estábamos en ese momento y que teníamos un producto increíble en nuestras manos: Vacaciones a futuro, a precio de hoy.

La oportunidad de invertir en una unidad fija, o semana a lo largo del año en el destino. Con el tiempo aprendimos la mercadotecnia del producto y nos dimos cuenta de que formaba parte de la industria del bienestar, estábamos vendiendo tiempo para vacacionar, ¡imagínate!

Entonces, estaban los paseos en Jeep que se ofrecían principalmente a las parejas extranjeras, porque aún no se vendía a mexicanos, existían esos lugarcitos en las paredes que parecían nichos, unos huecos en la pared en donde el OPC, se resguardaba del sol, para brindarle información al turista. Decíamos la palabra “Güasa” para definir el lugar donde estaríamos… (suelta la risa)

Cabe mencionar que las siglas de OPC significan Outside Public Contact, la misión era que invitaras a una pareja y la llevaras a un desayuno para explicarle todo sobre este nuevo producto; de esta manera les ofrecías un paseo en barco como el Bora Bora, o al Sarape, que eran las embarcaciones locales que habían entonces, porque no había la oferta de Tours que ahora existe. Luego el equipo de ventas se encargaba de mostrarles todas las ventajas que tenía para invertir en su tiempo, en sus vacaciones, en que fueran socios del club del bienestar. Entonces las más felices eran las esposas y los hijos, que pensaban, que por lo menos una vez al año, iban a esforzarse por salir a vacacionar ¡en familia!

Por eso enfatizo que el tiempo compartido forma parte de la industria del bienestar, porque fomenta la unión familiar, el descanso, en una cultura donde normalmente no tenemos tiempo para el ocio o la diversión, las vacaciones son un respiro, un oasis; nosotros vendemos ese respiro.

¿En tu experiencia, cómo fue evolucionando la industria?

-Mira en realidad, fuimos afortunados, Puerto Vallarta fue la primera ciudad que comenzó con el tiempo compartido, los extranjeros ya tenían una idea de lo que era, porque surgió en Estados Unidos, y nuestro mercado principal y de inicio fue justo el norteamericano y canadiense, sin embargo para nosotros era un producto nuevo, que nos demandaba preparación, fue entonces que en 1986 se fundó ADEPROTUR, nuestra organización, se originó justo para comenzar a normar esta nueva modalidad de venta, este nuevo producto. Lo que pasó es que fue el propio turista que contribuyó a la evolución de la industria, porque comenzó a tomar decisiones, comenzó a dinamizar la oferta, de esta manera el tiempo compartido fue el tronco común que le abrió la brecha a los clubes vacacionales con mayor flexibilidad, tiempo flotante, en una temporada flexible, etc. Y de ahí surgieron las compañías de intercambio, como RCI por ejemplo.

Además, ahora el tiempo compartido tiene un diferenciador importante que con el paso del tiempo se ha ido notando y más en México, el servicio, las instalaciones y la posibilidad de planear tu inversión como socio, todo eso ya lo tienes resuelto. Tú llegas a vacacionar, porque ya tienes la estancia resuelta, por lo tanto, el dinero con el que viaja la familia se usa para comer en restaurantes, salir de compras, etc. Porque ya no tienes que pagar hospedaje, eso es fenomenal porque contribuye a la dinamización de otros prestadores de servicios turísticos.

¿El tiempo compartido es competencia para la Hotelería?

-No, por supuesto que no, es un producto complementario, ¿por qué crees que prácticamente la mayoría de los hoteles de la región trabajan también bajo esa modalidad? Porque es un servicio diferente. El socio viene a vacacionar de forma planeada. Por lo tanto, no compite con el otro tipo de turista que viaja por temporadas. El socio de tiempo compartido fortalece a las empresas justo en temporada baja. Tiene otros beneficios, el socio se convierte en un promotor natural del destino, porque va y les comenta a los amigos, los refiere, y luego buscan incrementar o mejorar su paquete, porque crece la familia y su membresía mejora.

¿Qué momento vive el tiempo compartido ahora?

-Después de 32 años, el estigma del tiempo compartido ha ido cambiando, tiene que ver con la profesionalización de la industria. Mejorar el servicio, ofrecer claridad, procesos honestos, que se respete lo que se vende, lo que se ofrece. En eso hemos tenido grandes avances como empresas y la Asociación ha contribuido muchísimo en ello. Por otro lado, ahora con la tecnología que tenemos, el cliente tiene la oportunidad de averiguar en el momento todo, ver las fotos del destino, las instalaciones, todo; simplemente bookeas tu viaje antes de hacer la compra. No le estás vendiendo espejitos a nadie. Promover el tiempo compartido, bajo el lema: “Vacaciones a futuro a precio de hoy”, representa una ventaja que no compite con los hoteles, sino que forma parte de un producto complementario que rescata al destino de las temporadas bajas, al vacacionar de forma planeada.

El mejor regalo

-Las vacaciones son el mejor regalo que te puedes dar, y que le puedes dar a tu familia. Nosotros vendemos paquetes vacacionales divididos en semanas, que puedes disfrutar en cualquier parte del mundo y con la mejor infraestructura y servicio. El cliente quiere que lo trates como socio de su propiedad vacacional, y por supuesto que tiene privilegios, beneficios, trato personalizado, servicios y amenidades. Cuando estas de vacaciones quieres perpetuar ese momento, es cuando realmente le das el valor a las vacaciones. La industria de la propiedad vacacional representa un servicio de bienestar para todos. Los socios felices son tus mejores aliados para promover el destino.

Las vacaciones contribuyen a generar más resiliencia para enfrentar los retos de la vida. Esa es la industria del tiempo compartido”. finalizó Lourdes Ayala.